160 g | Queso cremoso |
20 g | Mantequilla ablandada |
50 g | Leche |
40 g | Harina de poca fuerza |
80 g | Yemas |
160 g | Claras de huevo |
80 g | Azúcar |
25 g | Chunks Chocolate Blanco |
25 g | Chunks Chocolate con Leche |
25 g | Chunks Chocolate Negro |
Calentar un poco el queso para poder mezclarlo con la mantequilla y añadir suavemente la leche. Agregar la harina tamizada y las yemas sin dejar de mezclar a velocidad media. Montar aparte las yemas con el azúcar, incorporar a la masa y, por último, añadir los chunks de chocolate.
Verter todo en un molde para tartas de 15 cm de alto, previamente untado con mantequilla y revestido con papel de horno. Dejar reposar mínimo 2 horas en el frigorífico para que la masa se estabilice y no se depositen los chunks de chocolate en el fondo.
Sumergir un tercio del molde en un recipiente con agua caliente. La cocción será al baño maría y se dividirá en dos pasos: 20 minutos a 160 °C y otros 60 minutos a 110-100 °C. Enfriar y decorar con rizos de chocolate blanco y fruta fresca.
Cheesecake cocida
- Cocción al baño maría para obtener una cocción homogénea y constante.
- Utilizar moldes para tartas con el fondo cerrado.
- No dejar airear demasiado la masa durante la fase de amasado para que no se expanda demasiado en la cocción.
- Existe el riesgo de que se desmorone la masa al enfriarse.
- Poner papel de horno alrededor de los moldes para que sea más fácil desmoldarla.
- En caso de cocer al horno, la temperatura no debe superar los 110 °C porque se dañaría la masa en la estructura.
Cheesecake fría
- Al cocer el merengue, el azúcar se debe verter en la clara montada al 70 %, ya que de lo contrario se corre el riesgo de granular la clara de huevo.
- Al elaborar el gelée de frambuesa, si se usa la pectina, mezclarla antes con el azúcar y, cuando la pulpa alcance los 40 °C, verter el compuesto esparciéndolo para evitar que se formen grumos de pectina. La masa no debe estar demasiado caliente, máx. 40 °C. Para saber cuál es la densidad que debe tener el gelée, se vierte una gotita en la mesa y, si se mantiene esférica, estará lista.
- En la gelatina de fresa (una fruta sensible a la cocción), es preferible usar la gelatina animal en láminas como espesante porque si la temperatura supera los 40 °C tendremos la sensación de que está cocida y además el color se vuelve más oscuro.
- La crema de queso debe estar entre 27-28 °C, ya que de lo contrario se corre el riesgo de que se formen grumos al introducir la gelatina animal.
- Cuando usemos la gelatina animal para tener un producto estándar de hidratación, es necesario calcular que 1 g de gelatina absorbe 5 g de agua (5 veces su peso).
- La versión en polo se ha elaborado con un semifrío en lugar de una mousse para que sea lo más parecida posible a un helado de cheesecake.
- En la versión de la mousse, tenemos un estabilizante (la gelatina animal) que mantiene la estructura también a temperaturas positivas; mientras que en el semifrío, como en un helado, no hay estabilizante y, por tanto, se debe consumir a una temperatura bajo cero.